Descubrirte… creando. Crearte… desnudándote
Sentir desde la nada, la vida
y comenzar el camino desde cero, sin cuerpo.
Dar vida a un color,
colorear una palabra iluminándote la piel.
Sostener al alma, a tu ser caminante,
cuando repleto de encrucijadas
vuelva al hueco de la luz, la poesía madre.
Que ella te cree. Que ella nazca de tu sed.
Que las huellas de sus dedos, tu escritura y ella
sean lo mismo, el mismo camino
de ida y vuelta, como recién nacida.
Que vista de tu piel
Que llore con tus lágrimas.
Que ría con tu risa. Como una madre.
Las madres y la poesía
son únicas y eternas.
Viven por nosotros.
Y por ellas, somos
agonistas
de papel carne, de sangre tinta.
Y vivimos…gracias a ellas.