LIBROS

¡Piedra, papel o poema!

Autora: María Paula Mones Ruiz
Editorial: Dunken
112 Páginas
ISBN 987-02-0618-2
2004

Presentaciones

Clásica y Moderna Libros, CABA | 2004

Palabras DE LOS PRESENTADORES

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A  Mirta Meyer
[…] y en la presentación,  ¿Quién podrá acompañarme?
¿Quién, hermosa Dido?
Hay tiempo para esto… ¿verdad?,
PD: Comunicate conmigo de la forma que puedas. Sabés que te espero, sentada en mi corazón, macerando mis sueños.

MARÍA PAULA MONES RUIZ

Alicia Sisca
Si pudiese la palabra “gracias” despedir el aroma del reconocimiento, al pronunciarla, impregnaría con él, cada espacio, cada escalera, cada puerta, cada aula.
Kelly Gavinoser, Beatriz Borovich
Gracias por acompañarme. Gracias por estar en la vereda de mi ser, por pisar las baldosas de la comunión y por saber que, tiempo y vuelo de mi sed, hoy, huelen a cielo…

María Paula Mones Ruiz, ¡Piedra, papel o poema! Si cuando queremos definir poema, intentamos una, y decimos que es un volverse_ audaz, inquietante, íntimo, revelador_ sobre sí mismo, y lo nombramos con síntesis suma, con ese vocablo compuesto y complejo, técnico y diríamos preciso, pero no por eso menos poético, como autorreferencial, es que estamos frente y junto a este delicioso poemario de María Paula Mones Ruiz. Si, algún día, alguna tarde, alguna noche, percibimos que todo nuestro ser es sensibilidad y sentimiento, es el momento de vivbrar a una con los poemas de este poemario. Los dejaremos desgranar uno a uno, y cada uno en nuestros ojos, nuestras bocas y en nuestros corazones, como”música de alas”; como “bailarina nube”;  como “azul oasis”, como “luz y sombra soñolienta”, como “un hueco de silencio”, como “lo que sólo nace, se reproduce y vuelve”. De piedra, el poemario: el reino más eterno. De papel, el poemario: de papel y letra”): el reino más sutil. De poema(s), el poemario: (SU reino: “el sueño eternizado”): “piedra de papel, /papel y poema”. Leamos, vibremos, soñemos…

Kelly Gavinoser

Página agregada al azar:
Paula sos… llena de ternura y de ilusiones. NiñaMujer de ojos claros y brillantes, a punto de estallar como la Luz de la Creación, que miran el ayer y el hoy, al mismo tiempo.
Paula sos… de “seda” papel y poema.
Deseo que a partir de esta página agregada al azar, todos tus versos broten como un capullo y se asemejen al fruto del nogal, en cuyo interior todos puedan encontrar la rica esencia de tus palabras.

Beatriz Borovich

“Las montañas son inmensas”.
Reflexión natural. Oración infantil.
Pero ya no me siento pequeña al lado de ellas.
Y si tuviese corta edad, tampoco.
Porque toda esta naturaleza es la medida de mi espíritu.
Toda entra en él. Y hasta una porción de mi ser,
 puede por momentos, sentir
un parentesco de esencia con este árbol, con esta flor, con esta tierra.
El cielo está tan cerca como el techo de esta habitación.
 Y pensar que hasta ayer…cualquier techo me parecía ¡tan alto!
 Pero no este cielo, no este techo.
Puedo tocarlo y no con los dedos de mis ojos.
Aunque no lo mire, yo siento que tengo mi porción en cada pausa,
 en cada paso.
A veces hasta corporiza mis silencios y es cada vez
más bajo, más claro.
Tengo aquí también mi dosis de viento.
 El viento borra mis nervaduras.
Mis pensamientos, hojas que vuelan y me cuelgo con ellas
 y soy…cada una.
 ¿Qué pienso? ¿Qué piensa el árbol de mis ideas?
 Cosas simples. Infantiles verdades de la naturaleza.
Busqué  hospitalidad y me la dio. Y estoy aquí.
 Con mi cuerpo bajo este techo, con el vuelo en cada flor,
 delante, detrás, arriba y debajo de este cielo.
Si fuera éste o aquel árbol, tal vez me acostaría un rato a descansar.
 “Te reemplazo por hoy. Descansa tu tronco…
Te presto la cama de mi habitación. Te cambio mi techo,
 sólo por hoy, te lo prometo”.
Pero no me contestó…

Hasta aquí…
el árbol, el papel.
                …
Desde aquí…
mis hojas, en tus ojos.
Ir… volver…
naturaleza del viento,
ciclo completo del poema.
Logrado otoño
cuando
puede confundirse con el tuyo,
con el mío, con el nuestro.
La vereda de mi ser
parpadea.
¡Silencio!
El árbol…
me contesta, te contesta.
Escuchemos.

Poemas

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¡Piedra, Papel o poema!
Hoy…
Imagen y concepto sin su voz.
La memoria se incorpora al juego ingenuo.
Sensaciones nuevas y viejas voces aliadas
a la intrusa imaginación.
¡Piedra, papel o poema! Sobresalto.
No logro reconocerlas…
Me adhiero al juego y contesto: ¡poema!
Y soy…
Piedra de papel,
papel o poema,
poema que se queda o vuela,
sin cortar ningún ayer, con las manos quietas,
sobre la vereda
de mi ser.

Puja, puja el neopoema.
Pronto nacerá.
De nube, sus pies se asoman
al vientre del sentir.
Puja verso a verso
rítmicos ayes y ya nace.
Ya su cuna de papel está aquí.
Ahora
sólo espero que me cante,
él…
a mí.

Péndulo sensorial.
Progresiva memoria.
Memoria pendular, campanadas de historia
Historia pasada…futura
e historia presente
que dura, que posa.
Vértigo de pisar el vuelo
del rojo al azul,
del azul a la sombra,
de la sombra a la luz,
la luz de mi historia, la campana ronca.
Péndulo sensorial, paz…
azul,
roja,
que posa…
que dura…
y te devora

Te agitas sorpresivamente
en cualquier estación de mi semblante.
Mariposa gris estás en mí
aunque desmaye, aunque sonría
y vuelas y te detienes
para observar mi paisaje.
Tus alas… memoria esencial
de aquel frágil instante.
Tus alas… mis colores
aunque sonría…
aunque desmaye.
Mariposa gris estás en mí
y mi gris
vino a atraparte.

Sé de soles y penumbras
de sed y música,
de chupetes y cantares.
Sé cómo ríe la cuna
cuando sueñan los pañales.
Cuando sueñan los pañales,
soles, penumbras,
sed y música
balbucean lo importante.
Ríe la cuna y la noche
usa babero de luna
y se come
mis pesares.

Somos vida
y medida ilusión en cada sello.
Sé que lo callado nos sostiene
porque el latir del silencio
tiene la palabra exacta
disfrazada de besos.
Catarata fantasmal, en la garganta,
inunda en cada trago nuestro cuerpo,
la palabra exacta
disfrazada de besos,
sello de ilusión medida,
círculo de fuego.

Mis ojos…
transpiraban al tocar
la piel de tu mirada.
Memoria del latir.
Mapa sensual dibujado
con las manos ciegas, con los ojos
mancos.
Sin ti
Campanadas de otoño,
reloj con horas blancas al tocar
el ayer, el aquí…sin ojos…

Suspiran las agujas de mi tiempo
Marcan el ayer, el hoy.
Yo…
Estoy clavada en el medio de mi ser,
Como la hora en punto.
Estoy a punto de ya no ser
Más que un reloj ebrio.
Suspiraré profundo y así,
Aceleraré la cuerda del después.
Justo tiempo,
en que llegará la hora
de ser… Sin ti, sin té.
Ti… té…
Ti… té…
Tiempo poético, reloj, piel.

Hace tanto tiempo que sueño con imaginarte…
hijo… hijo que alguna vez
serás mi sangre.
Al calcular tu tamaño entre mis manos
sabes,
se ha entibiado el aire.
Y acercándote con ellas a mi pecho,
mi corazón palpitó como besándote.
He soñado con tus ojos
que ya me miran
desde lo infinito de tu alma.
Y aunque no sé el color, cuando me miran,
los míos ven todo
con aureola blanca.
He soñado con tu pelo
que peinaré con peine de mi aliento.
Si eres niña,
te pondré un moño hecho de besos
y si fueras niño,
un rizo con forma de velero.
Niño mío…
he soñado con tus pasos.
Hasta mis brazos se extendieron,
dije: ¡vamos!
Y cuando te aproximaste a mí,
yo vi la vida…
¡mi vida caminando!
He compuesto para cuando vengas un arrullo
que tendrá la melodía de mi sangre
porque te cantaré diciendo solamente:
“descansa amor… descansa…
soy tu madre”.
¡El solo pensar que alguna vez mi carne
podré tocar y ver cómo una ronda
de niños, me toca sin tocarme!
¡El solo llamarte hijo, tan amado!
¡Dios mío… sin serlo
ya soy madre
¡Oh hijo… con tus sueños
he soñado!

A hermanos, Carlos y Eduardo

Sé que podemos seguir jugando aquí…
………………………………………
Aquí, la Repelusa a babucha.
Aquí, multiplicada por tres sigue
diciendo:¡piedra libre!
y es…poder. Poder elegir ganarle al
viento
y no a la realidad que te censura.
Sé que recordar todo aquello
es perfumarnos
de veranos, de inviernos, de alfajor.
Sé que si miramos nuestras manos
es posible descubrir la infancia
de la mano de la infancia, la
Repelusa…yo.
La Repelusa
sigue siendo aquella que resbalaba en
los charcos…
Conjugábamos:
tú te caes, yo me caigo,
nos caemos…jugando.
¡Piedra libre por tres!.
Noches de verano, blancas…
tengo…
un alfajor guardado,
de maicena y dulce de leche,
ustedes y yo
amándonos.
Presente eterno, sin pies.
Sólo con las manos juntas
sellándonos…
a babucha.

a mi amiga Elsa Terzaghi

Puñado de años,
flequillo marrón, risa clara..
Noche de Reyes,
sol,
infancia.
Juegos, muñecos, saltos.
Tu mano, mi salto
Mi salto, tu magia
Chocolatadas tardes,
figuritas brillantes,
tu risa, lo dulce… lo frágil.
Hoy quiero contarte
que al abrir la mano se soltó el elástico
y que aquel puñado, puñado de años
supo a chocolate, chocolate y saltos.
Flequillo marrón,
risa clara.
Noche de Reyes,
sol,
nostalgia.

a mi perra

Esta mañana me vestí con los colores de
tu cuerpo.
Quería llevarte también en mi ropa.
Comencé mi camino diario y por
primera vez, sin melodías.
Sola…
Quería escuchar el gris, nuestro
silencio.
Desentonaban a mi alrededor, los rojos
y los verdes;
hasta el techo de los taxis dañaba mis
ojos,
mis ojos secos…
Sólo el pavimento y
algunos edificios viejos,
formaban mi pequeño escenario, donde
vos y yo, no podíamos separarnos
y coloreábamos el resto.
Ahora, el bueno del tiempo llora por mí
y los blancos y los grises y los negros
se amalgaman y te nombro. ¡Luna!
y el cielo se aclara y brilla… gris…
Te pierdo.
Pero tengo mis manos y mis manos te
tienen.
¡Cuántas veces con tus ojos lamiste mis
manos!
¡Cuántas veces mis manos miraron tu
tiempo!
Sé que te llevas una parte de mí.
Sé que en mí te
quedas…blanca…negra…gris…
Plateada… Luna.
Silencio.
Abril.

Hasta aquí…
el árbol, el papel.
                …
Desde aquí…
mis hojas, en tus ojos.
Ir… volver…
naturaleza del viento,
ciclo completo del poema.
Logrado otoño
cuando
puede confundirse con el tuyo,
con el mío, con el nuestro.
La vereda de mi ser
parpadea.
¡Silencio!
El árbol…
me contesta, te contesta.
Escuchemos.

Comentarios

Jorge Ariel Madrazo

Hola soy colega suyo en este “vicio absurdo” de la poesía como definió alguna vez el gran Cesare Pavese. La amiga Olga Aman me pasó su reciente poemario. Y quiero trasmitirle, junto con mi saludo amical, el sentimiento emocionado que me produjo su ¡Piedra, papel o poema! a través de versos tan cálidos y plenos de frescura-que no excluye la profundidad- como “Flotando sobre mi”, redonda expresión de la extrañeza de ser- en- la- fugacidad. Y en la multiplicidad: ser lo otro, el dolor, el sol, el pájaro. Como usted dice en otra bella línea “opción de ser o estar”. Vaya con mi saludo, el aliento para que persista en este duro y hermoso camino de decir su palabra de versos y amor.
Con el abrazo cordial,
Jorge Ariel Madrazo

M.P.M.R.
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