8° Recital poético multicultural y multilingüe
Día internacional del Poeta | 22 de Marzo 2008 (Canadá)
LA “m” DE MAMÁ
La “m” de mamá se halla
en la primera sílaba de la palabra ham-bre.
Y suena, como comer y pedir pan. ¡Probá!
El niño aprende a decir madre y madre, equivale a comida.
Pero esa mamá tiene dos hambres:
el hambre de su niño más su hambre.
El niño ha nacido de un vientre con hambre
y el niño y la madre deletrean juntos la primera sílaba
y sienten cosquillas que no causan risa!
Sienten cosquillas en la panza y se imaginan
un ejército de desocupadas hormigas
en su micromundo de laberínticas costillas,
sin cargas de miguitas, sin salida.
La “m” de mamá se halla
en la m de mendigo,
en la m de miseria. y en la m de… ¡mío!
Enseñamos a nuestros niños nutridos
que el cordero dice: ¡meeeeé!
Enseñemos también,
que el hambre del niño mendigo
es un balido parecido al del cordero
y que se escucha tan sólo mirándolo a los ojos
o poniendo la oreja encima de su panza,
debajo de su siesta, silenciosa de porqués,
sin arrorró… sin sonajeros!
La “m” de mamá que equivale a comida,
debiera estar encima
de mi ombligo, de tu ombligo y compartir
pan y trabajo, gritando al unísono:
¡Ya basta de hambre, ya basta de balidos!
¡Ya basta de cosquillas sin risa!
¡Ya basta… de corderos niños!